viernes, 13 de septiembre de 2013

El Macarra, segunda parte.

Domingo por la tarde, cansado de la joda semanal, y bueno, como venía contándoles, era domingo, y yo estaba en casa, youtubeando un rato y aburrido, como muchos de nosotros lo estamos, pero tratamos de disfrazar y evadir nuestro aburrimiento con fiestas, alcohol, sexo, drogas y algunos, con los cuartos oscuros...

Bueno, bueno,  mi relato no va de eso, yo les quiero platicar un poco más de mi compa el "Macarra", recordarán que días antes les platiqué que conocí a un chacal que asiste a los paseos en bici, pues bien, Macarra, no tenía 25 años, era un morrillo de 20 añotes cumpliditos el mismo día que lo conocí, me enteré después de eso, por eso no lo celebramos, pero bueno, 20 años!!... por las Sagradas Barbas del Che! Hijole, bien morrito el chacal, cuando me dijo su edad no lo podía creer, puesto que se ve mucho mayor, debido a que se deja la barba como de 5 días y también como siempre viste con camisetas de resaque para fortuna mía, dejaba ver parte de su torso y un pecho velludito, así que no aparenta los veinte, en mi opinión.

Bueno, era domingo, yo viendo todo y nada en youtube y no sé "por qué", pero ese día sufría de aburrimiento, deseaba con ansias un poco de emoción, eran al rededor de las 8 de la tarde cuando escuché que tocaban a mi puerta, fui a ver quién era y para sorpresa mía, El Che había escuchado mis plegarias, por fin algo de emoción para mi día, era el macarra con una sonrisa de oreja a oreja, lo invite a pasar y me dijo que pasaba por el barrio y recordó que yo vivía por la zona y quiso pasar a cotorrear un rato.

Venía en su bicicleta, y debía abrir totalmente la puerta para que pudiera entrar con todo y su vehículo, yo me reí y le dije que hasta con todo y el avión había venido, y el morro se echo a reír y en ese momento me extendió su mano y me ofreció una cerveza que tenía en su mochila. Mi Che que estás en los cielos, ¿Porqué juegas con mis emociones?.  En eso le pregunté qué que más tenía en su mochila, y me dijo que traía más cervezas, pues yo lo invité a que las guardamos en el refrigerador, no vaya a ser que se calienten. Las guardamos y él tomó otras tres y nos fuimos a la azotea de mi casa, no es la gran cosa, pero tiene una buena vista, se miran los edificios de avenida Chapultepec de un lado, por otro lado se mira a lo lejos el templo del Expiatorio y el templo de Santa Tere por otro, así que nos subimos y miramos por un rato la vista, tomando unas cervezas y... ustedes que creen, fumándonos un porrito pa'l'emoción del momento... El macarra hablaba y hablaba, les juro que me estaba mareando, no le paraba el pico al condenado chacal, hablaba de sus morras, de sus aventuras, y también cantaba rap, o no sé qué sea, siempre hacía rimas y más rimas, hacía rimas dónde me mencionaba, y decía que había conocido a su compa el Pacheco. Para ser honesto con ustedes, la verdad es que me aburrían, pero cuando me mencionaba en sus rima, pues no sé, como que me gustaba y me hacía sentir importante, jajaja.

Así pasamos un buen rato, cheleando, fumando y el chacal cantando, yo sólo lo miraba y fumaba y bebía, yo hablaba poco, pero eso sí, siempre muy atento a mi chacal, obvio, para los que no sepan, siempre debes darle su lugar a tu chacal, y no digo que idolatrarlo, pero si prestarle la atención que se rece, porque después el chacal te tratará como nunca nadie la ha hecho, te tratará mil veces mejor de lo que trataría a sus morras. Esto yo no lo sabía, Macarra me lo enseñó con hechos y acciones lo importante que es para un chacal su jaina.

Esa tarde se volvió noche en un dos por tres, yo ya estaba muy aturdido por todo, por las cervezas, por el porro y también por tanto choro mareador que decía el macarra, yo ya estaba medio en automático, y me estaba yendo de lado, y casi me caí de no ser por mi chacal que me detuvo y me sentó en un muro pequeño de la azotea, y se sentó a lado mío para detenerme y no azotará al piso como una res, me dijo que yo no aguantaba nada, y que sólo por eso me él cuidaría para que no me cayera al piso, y me recargó en su hombro... (¡!)
Ese día terminó rato después, me ayudo a bajar las escaleras, me llevo a mi habitación y me acostó en mi cama porque yo ya no podía con mi alma (esa maría del porro era muy fuerte), me dijo que su bici la iba a dejar, pues no quería hacerme caminar hasta la puerta, así que pensé: mejor, así tienes un pretexto para volver. Rato después desperté de súbito, recordé lo que había pasado, y me llené de pánico, pensé que el chacal me había drogado de más y me había desvalijado la casa, me levanté de un salto y salí de mi habitación y me dirigí a la entrada, ahí seguía mi bici y la bici de Macarra, todo estaba en su lugar y la puerta cerrada pero sin llave, así que le puse llave a la puerta y me regresé a dormir.

Macarra, así lo comencé a llamar poco después que nos conocimos, cuando le decía así, me veía un tanto molesto, pero luego de un tiempo ya no le importaba, incluso hasta parecía gustarle, y pues así como esa tarde, él venía con más frecuencia a visitarme, y también, como yo sabía que él iba a los paseos en bici por las noches de los miércoles, pues me fui integrando cada vez más al contingente de bicicleteros, solamente para verlo a él, así que nos íbamos juntos y hasta me cantaba su rap cuando pedaleaba y siempre al termino del recorrido, llegábamos de regreso a mi casa.

5 comentarios:

yoshismzt dijo...

que abrias de continuar me tienes esperando la historia mas de un buen de tiempo jejeje saludos y siga asi con su aficion a los chakales cuando subiras la otra parteee

P. Campoz dijo...

Jejeje, gracias por tomarte la molestia de leerme, pronto les estaré publicando más historias, el p*** trabajo me tiene todo liado!!!

Anónimo dijo...

Muy bien eeee esta muy interesante tu histois y ese macarras se ve que esra buenisimo jejjee..cuando subiraas la otra parte del relato...me tienes picadizimo jeje

Anónimo dijo...

Con ganas de saber como sigue tu historia... y de volver a GDL!

Anónimo dijo...

y luego k paso? sigue contando xfa.