sábado, 29 de junio de 2013

El Macarra, primera parte.

Que tal mis Chacaleros, les tengo una historia para contarles, les aseguro que es verídica, me pasó, y la verdad que poca gente me ha movido el tapete como lo hizo éste Chacal.

Era miércoles, era día del paseo nocturno en bici, el “bici 10” para ser más concreto, yo tenía poco sabiendo de éste tipo de recorridos nocturnos en bici, la verdad es que un amigo me contó de estos, me dijo que me gustaría ver la gente que va a estos recorridos, me dijo que seguro me encontraría con “macarras” (La novia de mi amigo así les dice al tipo dehombres dque me gustan) “estoy seguro que te divertirás”, fueron sus palabras.
Pues para no hacérselas más larga, me fui directito al Andador Escorza, que está situado a lado de la del viejo edificio de la UDG, iban a dar las 10 de la noche, quedaban algunos 15 minutos para que saliera el contingente de bicis, así que yo estaba nervioso, no tenía idea de a dónde iríamos ni na duración del mismo, es más, ni siquiera sabía muy bien andar en bici. Yo estaba parado en la orilla de la multitud, mirando, observando y buscando algún chacal... ¡Bingo!, era un chacal de unos 25 años, moreno, la barba la tenía muy bien recortada, su rostro tenía un aspecto medio felino, sus rasgos eran muy fuertes, era un chacal de esos que dan miedo, para empezar te daba miedo su porte, su manera de hablar y sobre todo su fuerza, si bien no era musculoso, tenía unos brazos muy fuertes y sus manos grandísimas.

Yo daba vueltas en mi bici, yo quería hablarle, pero tenía miedo, buscaba y buscaba un pretexto para hacerlo... hasta que me agarré de valor y me fui directo hacía él... nuestras miradas se cruzaron, después su mirada me evadió, dio un recorrido con su mirada, pero luego nuestras miradas se volvieron a cruzar, así hasta que me paré justo delante de él. Me observo de arriba a abajo, observó la bicicleta que llevaba y me hizo un gesto con su cabeza para saludar.

“Qué onda wey, oye, es la primera vez que vengo al paseo y no sé muy bien cómo está la cosa, ni a dónde vamos y cuanto dura, ¿sabes cual es el truco?” Le pregunté, a lo que me miro fijamente, medio cerro los ojos para aguzar más su mirada, se quedó por un momento callado y justo después dijo: “¿El truco, qué cual es el truco machín?, pues nomás no dejes de pedalear wey” y estalló en carcajadas... yo me quedé totalmente indefenso y vulnerable, me sentí de lo más idiota, no sabía que decir... lo miraba reírse y levantar sus brazos... pude sentir su aroma, sus axilas olían muy bien, y pude inspeccionar ese espécimen más de cerca, vestía una camiseta de resaque blanca, pantalones dickies color azul marino, unos tennis blancos, tan sexy que estaba el condenado chacal, y se estaba mofando de mi, justo después dejo de reírse, se subió a su bici y comenzó a pedalear, creyendo que me dejaría ahí parado, derrotado, y así se fue pedaleando.

Yo permanecí de pié y no quise seguirlo con mi mirada... en eso sentí qué me tomaron por el hombro, y volteé mi mirada para ver quien era... era él, mi chacal estaba detrás mío, parado en su bicicleta, ya de modo serio me dijo: “¿neta wey, es tu primera vez en el paseo? Mira, pues es que neta me hizo reír un chingo tu pregunta, pero sí, el truco es no dejar de pedalear, pero mira, no hay bronca, es que yo me voy por el paseo haciendo desmadre, me voy hasta atrás apresurando a los que se quedan rezagados, pues también pa'hacerles un paro por si se joden o pinchan sus bicis, o me voy a hasta delante para cubrir los cruceros, pues hay un chingo de banda en sus coches que no respetan y se quieren pasar de verga echándonos su carros porque les da coraje esperar a que pasen todos los del contingente, y como en este paseo no hay policía, ni gente de vialidad, pues nosotros nos organizamos para que esté todo seguro, pero haciendo desmadre también”.

Esas fueron las palabras del chacal, yo me quedé mudo, sin palabras y en eso: “Mira wey, si quieres me voy pedaleando un rato contigo, pa'que se te quiete el miedo, pero en ratos me desafano y voy a madres para hacer lo que te dije, pero seguro ahí nos vamos a ver en el paseo, es más, mira nos vamos juntos en el inicio, caile wey, ya se están preparando para salir” en eso reaccioné y en chinga me subí a mi bici y comencé a pedalear y a seguir a ese chacalote.

EL contingente salió en dirección oriente, escuché que iríamos a La Provincia, la colonia donde se encuentra el templo la luz del mundo, así que continué... El chacal estaba pedaleando a mi lado, les juro que yo estaba muy tímido, y casi no podía platicar, él hablaba y hablaba, no recuerdo muy bien de qué hablaba, pero de momentos pasaba un morrilla en bici, y el luego luego le decía algún piropo, eso sí, el cabrón jamás fue grosero con alguna, de hecho las chicas volteaban a verlo y le sonreían, y pues tengo que admitirlo, el wey tenía carisma.

Seguíamos pedaleando juntos, desde la salida en el andador Escorza hasta la Av Hidalgo cruzando la calzada independencia, después, el se siguió de largo y me dijo que iría a ”dar el rol”; yo no podía más, mis pulmones me estaban cobrando factura después de tanto puto cigarro que me he fumado, sudaba profusamente, y me estaba deshidratando y aún no llevábamos la mitad del recorrido, vamos, que yo ya estaba a punto de rendirme, bajar de la bici y regresar a mi casa... bueno, bueno, de hecho ya lo estaba haciendo, en eso el chacal me grita “Hey machín, ¿pues que pedo, a poco ya te rendiste?” me alcanzó en chinga y me volvió a decir: “¿A poco ya te rendiste?, nel culero, súbete a la bici y ponte a bajar esa panza, yo me voy contigo para que veas que no vas sólo y puedas llegar, el camino esta bien pesado, es de pura puta subida, pero nos falta poco y descansamos”, neta weyes, yo no sé cómo ni de dónde saqué las fuerzas, pero me subí a la bici y seguí pedaleando... “¿Ya ves que el truco es no dejar de pedalear?” me decía, “Ándale gordito, síguele pedaleando que ya casi llegamos” todo el camino me daba ánimos, en momentos se ponía a mi lado y me ayudaba empujándome con su brazo, me agarraba de la espalda y en las subidas me ayudaba, “Ándale machín, que ya casi llegas” así fue hasta que llegamos a la glorieta donde esta el templo de la luz del mundo, ese que parece como un pastel, me quedé sentado en una jardinera y poco a poco me tumbé sobre el césped y en cuanto abrí los ojos el chacal me trajo un mazapán y un gatorade, “Ándale machín, alivianate y acompáñame” nos fuimos en las bicis lejos de la gente...

Mu fui siguiéndolo hasta que nos paramos detrás de un camión estacionado, "¿Quieres saber cual es el truco?" me dijo sacando algo del manubrio de su bici, "Éste es el truco machín" dijo prendiendo un porro, le daba grandes fumadas y se aguantaba el aire, una y otra vez, hasta que me miró de re ojo y me dijo con el tono de voz cuando aguantas la respiración: "ándale, fumale un poco pa'que te 'cures' y puedas seguir pedaleando"... Le dí unas fumaditas al porro y nos fuimos con el resto de la gente, que ya estaba preparada para la salida de regreso al centro de la ciudad.

El camino de regreso fue más fácil, rápido y muy agradable, pues el regreso era de bajada, y cuando llegamos el andador Escorza, que es el punto de reunión y de salida para los paseos, el chacal se había perdido, no lo encontraba, así que me quede un rato esperando, ya casi se había ido la gente, así que pensé que el chacal ya se había ido y me fui pedaleando a casa, en Av. Vallarta y la Av. E. Diaz de León hay un 7 eleven, y justo ahí me volví a encontrar con el chacalito, se acercó y me dijo, "hey wey, ¿qué vas a hacer ahorita?, es que me voy a ver con unos compas en Av. México y Chapultepec para cotorrear, ¿Quieres venir un rato?" Yo le dije que sí, y nos fuimos a la explanada de Av. México, ahí donde está una mona que representa a la Patria, ahí estaban sus compas, ya se imaginarán, eran puros chacalitos, había unos muy morros y otros ya mayores, mi compa el chacal llegó y saludo a todos y me presentó: "¿Cómo es que te llamas wey?" me preguntó, así que le dije mi nombre y los demás me saludaron, no me hacían mucho caso, pero la verdad que tampoco le hacían mucho caso a mi nuevo compa el chacal... después de fumar un porro y compartirlo con todos, el chacal me dijó "¿hey wey, ya nos abrimos de aquí?" y pues le dije que sí, así que nos fuimos en las bicis, luego en Chapultepec y Av. Hidalgo me preguntó "¿Dónde vives wey?" Le dije que cerca de ahí, por Santa Tere, le pregunté, que qué onda, que si quería ir a mi casa y cotorrear un rato, y el wey me miró, y me dijo, "nel wey, ya es tarde, pero si quieres te acompaño pa'que no te vayas solo", así que seguimos pedaleando y me dejó justo afuera de mi casita, lo volví a invitar a pasar, pero me dijo que estaba cansado y que al día siguiente tendría que chambear.

Así quedó, pero al domingo próximo, yo estaba caminando por mi calle en dirección al templo de Santa Tere y en la esquina de mi casa me encontré con un rostro conocido, era el Chacal, venía caminando con una chica, de esas cholillas malparidas y muy problemáticas, el chacal venía con una bermuda y una camiseta de resaque color negra, no pude evitar ver su bulto, weyes, era un bultazo, y venía con el chile parado, el pinche chacal venía jarioso, pero con una cholita de barrio fea, fea fea... yo lo salude con la mirada, él igual y en eso volteé a verle el bulto nuevamente y me reí, y él se río conmigo y continuó su camino.

Ya estaba en mi casa, habían pasado tres horas de que vi al chacal y a esa chica, la chola fea, yo estaba en mi computadora y en eso alguien tocó a mi puerta, yo abrí y ahí estaba él, de pié y sonriente mi chacal, "¿quieres pasar?" le pregunté, "simon wey, vine a visitarte"

...Ya les contaré en otra ocasión más de éste Chacal.

jueves, 27 de junio de 2013

¡Vivan los chacales!

¿Quién de nosotros no ha soñado alguna vez en fornicar con un chacal? ¿Cuántos hombres no han visto realizar el sueño de estar con un chacal? Pero… ¿Quién es el chacal? Se lo estarán preguntando algunos…
El “Chacal” es el hombre más masculino que pueda existir sobre la tierra, cuyo interés es pasarla bien, sin importarle nada con quien se revuelca... Los hay algunos más vivos que otros... los hay muy inocentes… los hay muy malvados... los hay indecisos... hay de todos los colores y sabores.
Pero al final todos tienen una apariencia que es el común denominador de todos: ése aspecto rudo, varonil, cargado de testosterona, con un cuerpo que invita al pecado, no está formado por un gimnasio o porque se inyecte hormonas, no, al menos en mi opinión, el chacal tendría que tener ese cuerpo por el arduo trabajo y la joda de la vida diaria...
Los hay albañiles, cargadores en el abastos, chóferes de autobús, policías, soldados, estudiantes… quiere decir que los podemos encontrar por todas partes…
¡Yujú, buenas noticias! Pero, ¿Qué viene implícito con el chacal?
De manera general, dentro de la sociedad, el chacal tiene sus orígenes en la clase trabajadora y humilde; en las ciudades, podríamos localizarlos geográficamente en las colonias que se encuentran lejanas al centro o de origen obrero, en el caso de la ciudad de Guadalajara, los podríamos situar en colonias y barrios como por ejemplo: Oblatos, Tlaquepaque, El Cerro del Cuatro, Santa Cecilia, El Mercado de Abastos, etc. Es decir, zonas de bajos recursos, no sólo económicos sino que también de bajos recursos culturales, o de áreas recreativas. Muchos de estos individuos no han tenido acceso a una educación de calidad, han sido educados por la vida misma, o como muchos dirían: "la escuela de la vida". Y claro, crecen en un ambiente hostil, por lo que se vuelven astutos y vivaces, es difícil engañarlos. También, debido a la presión del sector conservador y religioso, el hecho de ser homosexual es un pecado mortal o una aberración para la moral, el chacal se ve orillado debido a su orientación, a permanecer en el anonimato, y en el peor de los casos, a la negación. Jamás aceptarán su homosexualidad, ya se imaginarán todo lo que ésto conlleva.
Pero no todo es desánimo mis chacaleros, ellos son cariñosos, tiernos, amables y lo mejor, en la cama son bruscos, hoscos, unas fieras llenas de testosterona. ¡Ah! ¿Cómo la ven? En el rol sexual, son casi por regla general activos, no les gusta ser penetrados, eso toca las más sensibles fibras de su virilidad y hombría. Sienten que al permitir ser penetrados, esto inmediatamente los convertiría en un "maricón, joto, puñal... lo mal visto". Lo anterior, para aquellos que lleguen a enamorarse de algún chacal es con lo que se encontrarán, es difícil poder llevar algo más que no sea sexo ocasional, o en el menos peor de los casos, una amistad, o una amistad y sexo, bajo algunas condiciones, claro está. Para muchos esto no es tan agradable.
Es verdad, hay que irse con mucha precaución, es muy común encontrarnos con chacales que saben sacar provecho a su apariencia, y al hecho de ser considerados sex-symbols o trofeos por muchos de los que gustan de chacales. Es decir que les gusta, tanto el placer como el dinero fácil, así que si te descuidas, en el momento menos pensado, es fácil que caigas en el sucio juego de ser el mecenas de todos sus caprichos y en el peor escenario, de sus vicios.
Así que ser muy precavido es lo mejor que puedes hacer.

miércoles, 26 de junio de 2013

El chalan de la Echeverría

Les contaré un anécdota de cuando vivía en el centro de la capital de mi estado, la ciudad de Guadalajara, allá por el barrio de Santa Tere, para los que sean de Guadalajara o conozcan bien ésta ciudad, ya saben que Santa Tere se caracteriza por ser un barrio de gente trabajadora, y pues es un “barrio” dentro del centro, ahí hay de todo, y también los tan deseados CHACALITOS que tanto nos gustan. Bueno, un día regresé del antro-after pues muy “cansado” (Ok, algo pedo...).

No sé que me pasaba aquel día en particular, era sábado, no trabajaba ese día, y yo me encontraba en un estado particularmente cachondo... jejeje, así es, a todos nos pasa, así que ese día no estaba, digamos, con el animo de volverme exigente con algún posible ligue, así que yo regresé a pata del antro, y justo en una esquina de mi calle estaban remodelando un local comercial y alcancé a mirar a lo lejos a tres vatos trabajando, echando mezcla y enjarrando la fachada del local.

Yo pasé discreto y les di los buenos días (creo que ya no eran tan buenos días, pasaba del medio día, ejem...), los vatillos me saludaron y me miraron de fijo mientras yo metía la llave para abrir mi puerta, y pues como que mi llave no atinaba la cerradura, y ellos continuaban viéndome hasta que por fin la maldita puerta se abrió, pues me metí y yo de caliente me vuelvo a asomar por la puerta para echarme mi último taquito de ojo con los albañiles... cual sería mi sorpresa al darme cuenta que ellos seguían viendo hacia mi casa y me cacharon, jajaja, yo sólo me reí y les dije: “buenos días, carnalitos, disculpen, es que aún ando medio pedo.“No hay bronca carnalito, qué, ¿saca las caguas, que no?”, me dijo uno de ellos, el que más me había gustado de los tres, y yo por hacerme el gracioso pero a la vez tirando el anzuelo le dije: “Pues traételas machín, a qué esperamos entonces?”, y me respondieron los tres: “Pues estamos en el jale, pero después y se arma bien machín!”, yo sólo me reí y les hice un gesto de hasta luego, así que me metí a mi casa y me tumbé sobre la cama y me dormí creo yo casi inmediatamente.

Pasó el tiempo, no sé, quizás tres o cuatro horas, cuando me despierto de súbito al escuchar que alguien tocaba a mi puerta, bueno, realmente no 'tocaban' la puerta, la estaban tumbando de golpes. Pues yo realmente emputadísimo, porque la puerta era metálica, así que imaginen el escándalo, y me fui directo a abrirla y reclamar por la manera tan pasada de verga de despertarme. ¡Ay putito! No podía creerlo, era el vatillo que me había gustado quien tumbaba mi puerta diciendome: “Oye machín, préstame el baño que me estoy meando”, pero para eso yo me levanté a abrir en puros calzones y con el chile parado, neta, no me di cuenta de lo pedo que aún seguía, y realmente todo me daba vueltas a mi alrededor (malditos 'desarmadores' los de anoche), así que sólo le dije: “pues pásate carnalito, es tu casa, nomás fijate si hay papel pa'traértelo por si vas a cagar”, volteo a verme la verga, se rió y me dijo que solo orinaría, en eso yo me percaté de todo, y solamente me reí y le dije, pues ya qué, y volví a reir.

Lo hice pasar al baño, pero antes lo hice pasar por mi habitación, y pues vio mi pinche collage bien mariconcito que tengo en la pared, lo observó de paso y siguió al baño, pensé que seguro se dio cuenta que me gusta la verga. El vato orinaba como si trajera una pinche manguera, no manchen weyes, traía un chingo de orines en su vejiga, hacía mucho ruido al orinar, y en eso me dice asomando la cabeza por la puerta: “hey wey, ya acabamos la chamba de hoy, pero quería ver si es neta lo que me dijiste de las caguamas, y pues de paso pa'saludarte”, yo me reí y le dije “no wey, pues que detallista me saliste” y pues nos echamos a reír, después le dije, “pero antes cabroncito, chinga tu madre, me despertaste bien culero con tu manera tan culera de tocar, ah, y sólo tengo vodka y tequila, pero simón, lánzate por las caguas, en el patio tengo un chingo de botellas vacías” y en chinga me lancé por una bolsa y metí dos botellas de caguamas, casi me resbalé por ir en putiza al patio y nos reímos más, y ya como que rompimos las formalidades, pues me dijo: “por mi no hay pedo, con el tequila está chido, y wey, pues la neta ando bien pinche jarioso, y pues ya nos dimos cuenta que te gusta machín la verga, qué pedo, me das unas mamaditas y me alivianas con 100 bolas?”

Weyes, la neta no supe que responderle, la neta el vatillo tenía razón, de que me gusta la verga, pero ¿Qué pedo con mi reputación? Según yo en el barrio soy bien discreto... ahora hasta los albañiles saben que me gusta la reata, junto con mi vecinito cogelón y porno de a lado. Pues ya qué le decía al morro, le dije que simón, que se armaba la machaca, la neta no anden de juzgones ¿Pues quiénes de ustedes no ha alivianado a algún vatillo chacaloso? Y muchas veces me a tocado trabajar a chacalitos invitándolos a pistear, para ver si se armaba, y muchas veces pues no se arma nada, y que un vatillo, acá sabroso y chacalón con su ropa de trabajo y lleno de mezcla te toque a la puerta y se te insinué de tal manera, no tiene precio... jajaja.

Le dije al vato “nomás lávate machín la verga wey, no me vaya a tragar un terrón de mezcla", y nos reímos, me dijo si podía ducharse, le dije que sí, y al cabo de unos minutos, ya lo tenía en mi cama, con el agua o sudor escurriéndole por su hermoso cuerpo, me arrodillé y comencé a mamar esa rica verga, de un muy buen tamaño weyes, el vato me agarraba la cabeza y me cogía la boca, luego me acostó y de pié al borde de la cama, me siguió cogiendo por la boca, así un ratito cuando me dijo: “¿Te la meto wey, te la meto?”, a lo que sin pensar le dije que sí, en chinga saque un condón y el lubricante, le puse el condón, le embarré la verga con el lub y luego me puse en el culito, el vatillo me acomodó en posición de perrito y... tómala cabrón, me la dejo ir, yo nada más sentí como mi ojete la recibía por completo y las paredes de mi recto le dieron la bienvenida a la verga apretándola, el vato sólo gemía y me decía, “¡Así putito, apriétala! ¿te encanta como te cojo, dime, te gusta como te la estoy metiendo?”.

El morro me aferraba de la cintura con una mano, y con la otra me jalaba de la cabeza, así seguimos por un buen rato, yo me cambiaba de posición hasta que lo puse de espaldas y que me puse a montarlo, me parecía al comercial éste de 'dime vaquero', jajaja, así me puse a montarlo de lo lindo, y me movía de tal manera que su verga me daba un delicioso masaje a mi próstata... “ya casi me vengo wey, dónde los quieres, ahh, ahhh, ahhh...” terminamos juntos, yo me corrí y le llené todo el pecho y parte de la cara con mis mecos, yo con cuidado me saque su verga, y vi el condón lleno de sus mequitos, se lo quité, le hice un nudo al condón y le dije: “¿Te lo quieres llevar de recuerdo o me lo dejas para tener hijos tuyos con alguna madre de alquiler?” nos reímos y jadeamos de lo cansado que estábamos, me tumbé a su lado, y me abrazó el chacalito, estuvimos así un buen rato, platicamos, me dijo que se llamaba Hugo, y que vivía en la colonia Echeverría, allá para el cerro del cuatro, y pues la chamba ya la habían acabado.

Me contó que hizo una apuesta con sus compas, de que él aseguraba que yo era putito y los otros decían que no, así que decidieron apostar un cartón de caguamas, y pues obvio, Hugo ganó ese cartón, dijeron que se lo pagarían la semana próxima, así que yo decidí invitarlo la próxima semana para tomarnos el cartón, y le dije “invita a tus compas la próxima semana, y les invito un cartón, así tendríamos dos pa chingarnos entre los cuatro ¿qué dices?”, el Hugo me vio medio sospechoso y me dijo: “¿Tú quieres que te cojan los otros dos weyes verdad? Nel wey, tu culo me pertenece sólo a mi... pero si quieres les digo que vengan el próximo sábado, pero ay de ti si les coqueteas, ya si están pedos y quieren coger, pues ya es otra cosa, no hay pedo, queda entre compas, jajajajaja” y se echo a reír.

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Los nombres de personas y lugares han sido modificados, algún parecido con la realidad, que no les extrañe cabrones, hay un chingo de putos y chacales en Guadalajara.

lunes, 24 de junio de 2013

El Muelas

Qué tal mis chakaleros, después de tanto tiempo sin publicar nada, hoy les contaré una historia que me compartieron:

Tengo un compa del barrio que le dicen el Muelas; es un chacal mariguano de la colonia, no trabaja en algo fijo, siempre está buscando algún trabajo donde le dejen pistear, ah, pero que no sea muy cansado, a veces anda de chalan de albañil o anda juntando latas: "pa´ venderlas", él dice, "son pal kilo", el Muelas es un vato moreno, pelo corto y flaco, habla como los vatos locos de la película de Sangre por Sangre, algo así como: [acento de cholo] en la mesa hay una latita de chinga tu madre, porque no vas y te sirves un poco homie?.
Su sueño es irse para Chicago, donde dice que tiene unos primos que lo van a alivianar. Yo nunca he visto ningún intento para irse. La historia con el Muelas empezó con un trabajillo que agarre en vacaciones: hacer zanjas para unos cimientos de una casa al sur del estado, un amigo me dijo que si quería ganar una lanita en "una chamba fácil", me dijo mi compa, "nomas pa un fin de semana, y el Muelas te va hacer un paro". Y como andaba necesitado de dinero, pues le dije que sí, que estaba chido. Asi que nos fuimos el Muelas y yo para aquel rancho mugriento a hacer las pinches zanjas. La verdad que es una chinga, había que escarbar un metro hacia abajo y no me acuerdo cuanto de ancho, la pinche tierra en ese rancho creo que es tepetate, bien pinche dura, así que con el pico escarbaba la tierra y después con palas había que sacar la tierra. Mi compa también me dijo que el Muelas me ayudaría, pero yo no me sentía muy cómodo con el Muelas, porque es bien pinche webon, nomas tira hueva y se pierde por ratos cuando a va a fumarse su churro de mota. Pero pos ni pedo algo es algo de ayuda así que ni modo, a chingarle duro.
Yo escarbaba y el Muelas sacaba la tierra y la echaba en una carretilla para amontonarla hasta el otro extremo del terreno, en eso consistía todo su jale. Lo mejor de esto era que nos había tocado el clima nublado, ventoso, muy rico! Luego de un rato el Muelas ya estaba chingándose una caguama, ni puta idea de donde la sacó mientras que yo seguía con la chinga, quería que me pagaran completo y no quería dejar el jale todo puteado, y el Muelas ya me estaba haciendo emputar. Y bueno, no sé por qué, pero el pinche Muelas, no sé si por no comer bien, se había emborrachado muy rápido, el Muelas se andaba cayendo, pero trabajando, eso sí, zigzagueaba.
Cuando ya habíamos terminado una zanja de 30 metros, le paramos para echar taco, y descansar por un rato. Mi compa aun no llegaba, y en eso, el pinche Muelas se posó a mear justo enfrente de mí, yo no pude evitar mirarle la tranca prieta prieta como si fuera de negro y muy antojable, pinche Muelas parecía que no meaba desde buen tiempo, su chorro parecía al de una manguera y no dejaba de mear por un buen de rato. Yo, para ser honesto con ustedes, pues me calenté e incluso me parecía atractivo el pinche Muelas.
Después de mear el Muelas se fue a chingarse su gallo atrás de unos mezquites, porque no le gustaba que lo vieran, me decía, la verdad yo creo que simplemente no quería compartir el culero egoísta. Pasó el tiempo y yo ya me había olvidado un poco de él y cerré un poco los ojos para descansar, al rato: ¡Ingue su puta madre, ingue su puta madre! ¡Ay mamita ay mamita! Lo escuché gritar mientras voltea verlo y se desabrochaba los pantalones mientras que saltaba; cuando se los bajó... téngala culero egoísta, se le habían trepado unas pinches hormigas y lo picaban, el tarugo se sentó en los mezquites donde había un hormiguero y el wey no se había dado cuenta, yo casi me estaba cagado de la risa y el Muelas cayéndose atorado en los pantalones, y pues me fui a ayudarle a que se quitara los pantalones y a sacudirlos y también a quitarle las hormigas, al pinche Muelas le arrimaron una buena chinga las hormigas, el vato se quedo sin pantalones, y pude verlo encueradito puesto que no usaba ropa interior, es un pinche flaco correoso y desnalgado, marcaditllo pero marcado flaco, tenia mucho pelo en los huevos, su verga sobresalía, sus pezones son negros y el pecho es firme.
Yo aproveche la situación e hice un poco de lodo con saliva y tierra y le puse donde las hormigas habían picado, algunos piquetes fueron en la zona de las ingles, entonces le decía que abriera las piernas para curarlo y pues sus huevotes prietos y peludos colgaban, yo agarre los huevos para hacerlos a un lado y poder ponerle el remedio, mientras yo seguía riéndome, y el pinche Muelas estaba apenado, borracho y mariguano. Y así sin querer le agarraba en momentos la verga, y fui sintiendo como se le ponía dura, sentía como el apretaba y su verga daba reparos, el Muelas se me queda viendo a la cara y cuando lo vi, me reí, y le dije, ya se te puso bien dura pinche puto.
Él se reía también y me dijo: pues es que me la tocas bien rico, ya ni me duelen los piquetes, yo le decía que era normal, que eso pasa cuando nos tocan, y en eso me dice el muy avispado: "pues si wey pero ya me la alborotaste ahora le cumples", Jajaja pinche vato mamón ni siquiera me dio oportunidad de responder cuando me agarro de la cabeza y me llevo hasta su verga, yo estaba bien preocupado porque alguien nos viera, o mi compa o el dueño del terreno, la verdad no se me antojaba mucho mamarsela al Muelas le olía a orines y a lodo que yo mismo le había puesto, las primeras mamaditas que le daba, escupía la saliva, como para limpiarle un poco la verga, jeje. Después ya me prendí, su verga era muy cabezona y de buen grosor, con una ligera curva a la izquierda y la punta apuntando un poco para abajo y muy larga larga, el pinche Muelas se movía como un perro, me estaba cogiendo la boca y me buscaba el culo con su dedo y me lo acariciaba, me dijo: "pinche vato, desde hace rato te estoy viendo el culito, presta pa'la orquesta no? y te aliviano con cincuenta bolas, no seas culero, ando bien caliente".
Yo me quede sin aire y abría los pinches ojotes!!! ¡No mames el pinche Muelas me estaba ofreciendo 50 bolas si me dejo coger! jajajaja, le dije que sí al puto, pero que me los pagara ya porque si no se haría wey en no pagar, y entonces me dijo, "mira ahorita que nos paguen te los doy, por lo pronto quédate mis pinches convers y si quieres no me los das hasta que me paguen". Yo le dije que sí, y no es broma weyes, sólo porque me sorprendió la manera en que me pedió las nalgas accedí a que me pagará hasta después, porque sus pinches tenis mugrosos y apestosos no valían ni 50 bolas creo yo, tenían hasta las cintas de diferente color.
Me bajó el pantalón y mis calzoncillos y él ya estaba totalmente desnudo, nos metimos a la zanja para que nadie nos viera, me puso en cuatro patas y el pinche Muelas me empezó a coger, él de rodillas y yo a 4 patas, pinche excitación que tenía, me daba chingo de morbo, el muelas me pompeaba con un ritmo sorprendente, se paraba poquito y me siguía pompeando, no es broma weyes, pero ni siquiera me la había jalado cuando me vine de putazo, un chingo de mecos, y el Muelas que no tenía pa'cuando, así le daba un ratillo y en eso escuchamos la troca de mi compa que se acercaba, el pinche muelas me empezó pompear en chinga, parecía una película en alta velocidad, y siguió así con frenesí, me aferraba muy fuerte y yo apretaba mi culo pa'que se corriera pronto, sentía sus espasmos y sentía como su verga explotaba, y me sacó la verga de chingazo, se salió de la zanja de un salto y se puso el pantalón como rayo, yo me quede con mis piernas temblando como las de bambi, con al culo dolorido y palpitante adentro de la zanja.
Cuando llegó mi compa no se dio cuenta de nada, ya con los pantalones puestos y con el pico en mano, me dijo: "¿Cómo van? Ay cabrón, ¿qué traes? te vez muy jodido, échense un descanso putos ya casi acaban, les traje un cartón de chelas para que se alivianen." Le dije, pos tráelo puto, nomas nos lo platicas, así se fue por el cartón y en eso me dijo el pinche Muelas: "Oye morro te eche todos los mecos dentro, no te agüitas verdad?", jajaja me reí y le dije, no pues ya qué, pinche calentura, ah, eso si cabrón que no se te olvide que me debes 50 bolas o te vas descalzo a pata rajada hasta tu cantón, el pinche Muelas se rió. Luego mi compa nos pagó lo mitad del jale y nos dijo que al día siguiente nos pagaba la otra mitad, también nos dijo que nos traía una tienda de acampar y algo de provisiones, pues la chamba se alargaría toda la semana. ¡¡¡Toda una semana con el Muelas pompea rico, no mamen weyes!!!. Al cabo de un rato, el culero del muelas me dio 45 pesos en moneditas y me dijo, "wey no seas culero, es que le compre unos cigarros al tu compa el Martín y me dio 2 por cinco, y pos me descompletó tu tostón." Jajajajaja